El álbum "Xylophonen Virtuosen" es una colaboración entre los artistas Jim O'Rourke y Mats Gustafsson. Esta versión está dedicada al vanguardista guitarrista británico Derek Bailey, y muestra a los dos músicos en su forma más intransigente, moviéndose salvajemente entre golpes metálicos y disonancias, hasta mutaciones cíclicas de folk y gemidos de jazz disonante. No es un álbum sencillo de escuchar, sino un documento de un momento y lugar específicos, sin tener en mente a ningún demográfico en particular. Ambos músicos suenan como si estuvieran en competencia amigable, tratando no de superarse mutuamente, sino de deslizarse al nivel perfecto de éxtasis transformador e improvisado. En su mejor momento, "Xylophonen Virtuosen" se adentra en la completa disonancia, reduciendo la guitarra y el saxofón a clics percusivos y ráfagas de aliento. Es un testimonio de las habilidades de ambos artistas que puedan deslizarse tan fácilmente de estos modos abrasivos a música que casi suena como blues de un juke joint sin que uno se dé cuenta de lo que ha sucedido.