El álbum "Die Erde Und Ich Sind Eins", lanzado originalmente en 1983, fue la primera producción en solitario de Florian Fricke. Con su reedición en 2017, este LP presenta el singular talento de Fricke, mostrando su sagaz experimentación musical y su interesante forma de entender el espacio sonoro. La obra cuenta con la aportación en guitarra de su socio de Popol Vuh, Daniel Fichelsher, y las voces de Anni Morris Wieland, Bettina Fricke Waldthausend, Dieter Prym, Friedemann Berger, Friedemann Wieland, Gisela Von Doering, Ingeborg Jahnke, Jan Lorck-Shjmerning, Jana Faust, Karl F. Weber y Klaudia Wieland.
Este emblemático álbum se puede etiquetar como "música de espacio corporal" (Körperraummusik), donde se canta desde el interior del cuerpo, provocando la vibración de cada célula, desde la punta del pie hasta la corona de la cabeza. Fricke experimentó para descubrir cómo resuena el habla en el cuerpo, haciendo que los sonidos consonantes vibren en los muros del cuerpo, huesos y carne, mientras que las vocales llenan los espacios corporales. El resultado es una experiencia sonora similar a un concierto de gongs, el cual posee un gran efecto terapéutico.