¿Será posible analizar un disco de las implicaciones de Wall Of Eyes sin mencionar el evidente contexto que cualquiera sabe le rodea?, de no ser así sería bastante inútil escribir una descripción mas acerca de un álbum del que se ha opinado hasta el hartazgo, así que lo intentaremos a manera de ejercicio.

The Smile es un proyecto que nace durante la pandemia de CoVid-19, cuyas circunstancias no son las usuales, dos músicos que han trabajado juntos por mas de 30 años dentro de uno de los grupos más exitosos y emblemáticos de las últimas décadas reclutan a un dotado percusionista, y deciden generar una extensión que les facilite seguir produciendo música con una urgencia e impronta que ya les era imposible, dadas las dinámicas que en colectivo les mantenían trabajando de manera lentísima e incierta, pero echando mano de todo el aparato con que no podría contar un grupo emergente no compuesto por celebridades de la música de altísima magnitud, todo tipo de insumos, tiempo de estudio, una discográfica propia, y una enorme credibilidad inmediata.

Finalmente la intención alcanza los resultados esperados, y desde su formación en 2020 a la fecha han editado dos álbumes, siendo este segundo la mas singular y creativamente generosa colección de temas en que los implicados han estado involucrados en mas de una década, lo cual es bastante decir, pues su producción es vasta y nunca exenta de bondades. Sorpresivamente producido por Sam Petts-Davies (Warpaint, Marika Hackman), acompañados por la London Contemporary Orchestra, y los músicos de la escena londinense de jazz Robert Stillman en el saxofón y el clarinete y Pete Wareham (Melt Yourself Down) en la flauta, el grupo pasa siete semanas en los Abbey Road Studios desarrollando ocho cortes de una consistencia apabullante.

Se que no voy a decir nada revelador cuando apunto al hecho de que la propuesta sonora, resultado de la exploración del trio, resulta conocida y deriva por completo, entre otras muchas cosas, de cada incursión que sus integrantes han desarrollado, juntos o por su cuenta, sin embargo, a diferencia de su debut que se desarrollaba como un compendio de posibilidades de esa “marca de la casa”, este tiene un sentido mucho mas libre al expandir sus cualidades hacia diversidad de soluciones dentro de la experimentación electroacústica, la improvisación, la aproximación más grande al jazz que hayan mostrado, recursos asimilados de krautrock, math rock o post rock, elementos que si bien siempre han estado presentes, no siempre de modo tan evidente ni mucho menos confluyendo de manera tan brillante.