Claramente llego muy tarde a celebrar la obra de la agrupación catalana capitaneada por Gerard Alegre Dòria, quien ha traspasado ya una década de desarrollo profesional al frente del cuarteto El último Vecino, proyecto que si bien gozó de buen éxito y fortuna crítica en sus comienzos no había figurado en mi radar, pero aunque actualmente no es visto con el entusiasmo unánime con que fue calificado cuando debutaba, me parece que no es ningún mal momento para iniciarme en su propuesta, principalmente al darme cuenta que este cuarto disco en su carrera ha dividido opiniones de manera importante.
Como sucede con este tipo de proyectos autorales, Gerard es quien además de componer, graba (casi) todos los instrumentos y toma cada decisión en su desarrollo acompañado por segunda vez del productor Adrià Domènech mejor conocido como InnerCut, figura importante en el pop español actual que ha trabajado con artistas como Natalia Lacunza, Amaia o Cariño, y quien funge como compañero creativo desde la selección de canciones hasta su tratamiento final, y además cuenta con colaboraciones de Daniel Benavides A.K.A. Luz Futuro, Ekaterina y Xenia, quienes aportan voces en algunos tracks y Eloy Villanueva, quien toca un electrizante solo de Saxofón.
Y aquí, al hablar de las bondades del disco, es cuando surge la discusión, pues de conocerlo apenas, me ha sorprendido bastante su apropiación de un sonido pop oscuro arquetípicamente ochentas, que claramente abreva de todo tipo de fuentes new wave, synth pop, jangle pop, dark e incluso bandas de la movida tan discimbolas como Alaska y El último De La Fila, para construír un sonoido de la casa, que según muchos ya ha sido explotado hasta el hartazgo por el autor, mientras que otras críticas aseguran que se ha ido refinando con el tiempo hasta llegar a su mejor estado, lo cierto es que el disco es una colección de impecables cortes pop de menos de tres minutos, que no hace mas que dejar queriendo mas.