Una de las tantas ventajas de la música en la era del internet es que el autor solo necesita medios para grabar y conexión a la red para que un disco exista, sin requerir de un productor que interprete necesidades creativas o de ejecutivos que sepan como colocar el producto, y sin importar que tan disparatada sea la propuesta o que tanto se aleje de las tendencias dominantes, el disco puede llegar a llamar mucho la atención, colarse en foros y comunidades online especializadas y terminar posicionándose entre lo mejor de su año, y el cuarteto proveniente de Manchester Maruja está precisamente viviendo este fenómeno gracias al álbum debut que tras ocho años de carrera, cinco eps y un montón de sencillos, han decidido finalmente publicar.
Y no es que el resultado sea completamente ajeno a la multiplicidad de propuestas que pueblan la música contemporánea, pero sus dinámicas creativas si resultan un tanto inusuales, pues el guitarrista y vocalista ocasional Harry Wilkinson, el saxofonista Joseph Carroll, el bajista Matt Buonaccorsi y el baterista Jacob Hayes se reunen en un cuarto de ensayos a grabar extenuantes sesiones de improvisación alrededor de un teléfono que registra cada sonido, pulsación, incidente o emoción resultantes, mismas que han ido almacenando para, sin edición o retoque alguno, publicar en su Bandcamp, y en esta ocasión seleccionan seis de sus grabaciones favoritas construídas entre 2021 y 2023 para dar cuerpo a The Vault.
El álbum de principio resulta una inversión de atención al escucha, pues consta de seis cortes que duran entre 5 y 25 minutos y suman poco menos de hora y media de robustos amasijos sonoros, primordialmente instrumentales, pues las voces solo se manifiestan en un segundo o tercer plano, lejanas y fantasmagóricas, que heredan por igual elementos del post rock mas incisivo, de rock progresivo, de free jazz e incluso post hardcore, noise o sicodélia, ejecutados del modo mas visceral, y crudo posible, confeccionando así uno de los álbumes mas emocionantemente exhaustivos del año.