Si existe una lista de vinilos indispensables, el segundo álbum de FKA Twigs «MAGDALENE» merece su puesto. La portada habla mucho sobre el material: una mujer distópica, una estatua en aparente modo de apreciación (y arrepentimiento). Una mujer con iris desgastados, dreadlocks y un torso de grandes proporciones. El proyecto fue producido, en gran parte, por Tahiliah Debrett Barnett, originaria de Gran Bretaña. Esto sin excluir al dream team de productores discográficos: Benny Blanco, Daniel Lopatin, Jack Antonoff, Nicolas Jarr y Skrillex, entre otros.
Mezclando elementos de Art Pop con electrónica, FKA Twigs eleva su legado al explorar, sin compromisos, su lado más puro e inmaculado. Ahonda en el concepto de María Magdalena (seguidora y apóstol de Jesús de Nazareth, Santa de la iglesia católica) y lo adapta a las circunstancias que vivió previo al proceso de grabación (incluso durante). Aunque el nombre de María Magdalena se menciona pocas veces en los evangelios, muchas iglesias y parroquias fueron edificadas en su nombre. Pareciera que miles de creyentes, incluso artistas, hallaran en ella una imagen digna, resiliente, contemplativa.
Se hace uso de una lírica religiosa, explícita y cautivadora. El ritmo que impera en la mayoría de las canciones es de downtempo, aunque tiene momentos donde sad day, holly terrain y fallen angel se encargan de poner las cosas en marcha y crear escenarios imaginarios donde hay enfrentamientos con espadas, a manos de una mujer en busca de redención, en medio de una apocalípsis contemporánea, donde ángeles bailan al ritmo del fin.
Aprovecha cada canción, y verso, para desatar todo aquello que representa aquel personaje histórico, del que muy poco se sabe, y muchas veces se confunde con una prostituta arrepentida, esto a causa de una confusión, generada y divulgada por el Papa Gregorio Magno. Cuyas palabras mancharon el prestigio de Magdalena, y la imagen femenina de aquella época. Esto hizo que María Magdalena fuese representada de una manera errónea en pinturas, libros y obras de teatro. Creando un imaginario insólito alrededor de su persona, misma que ella (Barnett) usa como metáfora para representar temas como el compromiso, la salvación y penitencia. FKA Twigs le hace justicia a una de las mujeres más importantes en la historia de la humanidad. Creando un rostro que vincula, símbolos de arrepentimiento, con épocas modernas.