A tan solo cinco días de estrenado el 2024, como un inadvertido golpe a la quijada, el álbum debut de la banda irlandesa Sprints inaugura abruptamente la producción musical relevante del año de manera contundente y sin concesiones, y aunque es precedido por dos eps y múltiples sencillos que si bien ya anunciaban la fuerza con la que el cuarteto liderado por la singularísima cantante y guitarrista Karla Chubb, acompañada de Colm O’Reilly en la guitarra, Jack Callan en la batería y Sam McCann en el bajo es capaz de alcanzar, esta carta de presentación deja mas que claro que no se juntaron para andarse con tibiezas.

Firmados recientemente por la reputadísima discográfica con base en Berlín Alemania City Slang, que ha editado a gran cantidad de artistas de primera línea como Arcade Fire, Yo La Tengo, Smog, Tortoise, The Flaming Lips, Lemonheads o Lambchop, entran a grabar en los Black Box Studios de Lorey Valley en Francia, donde han trabajado bandas como Shellac, Metronomy o Klaxons, y bajo la producción de Daniel Fox, bajista de los también irlandeses Gilla Band, quien ya había hecho lo propio en sus dos anteriores eps, y en tan solo doce días concretan las pistas de este incendiario Letter To Self.

Sin ser un despliegue de originalidad, que siendo honestos nunca ha sido la característica primordial del rock, el disco resulta un honestísimo compendio de canciones urgentes, catárticas y bien musculosas, en las que Chubb pone en evidencia experiencias vinculadas a frecuentes crisis de depresión, problemáticas de identidad y orientación sexual o frustraciones causadas por experiencias llenas de misoginia que ha sufrido de parte de la industria musical, materia prima que vuelve mucho mas rabiosa y enérgica la interpretación de sus sencillas y crudas composiciones, rebosantes de visceral emotividad y euforia desbordada.