Willi Carlisle es un cantautor tradicional norteamericano, nacido en Kansas y actualmente radicado en Arkansas, quien comenzó su carrera discográfica a los diecisiete años editando por su cuenta su primer álbum Too Nice To Mean Much, que daba cuenta de su bagaje en el folk, el country, el rootgrass y la canción popular con la que se crió de niño escuchando a su padre, un retirado músico de polka y de la que se terminó de enamorar al descubrir en su juventud la histórica Anthology Of American Folk Music de Harry Everett Smith, y tras ocho años mas de maduración artística lanza un segundo álbum Peculiar Missouri que le reditúa todo tipo de fortuna crítica y cierta celebridad en el mundo del country.
Critterland es su primer álbum para la discográfica Signature Sounds, y ha sido producido por el legendario cantautor, multiinstrumentista y productor Darrell Scott, quien además de contar con una notable carrera discográfica formó parte esencial del revival de Band Of Joy, banda de culto de Robert Plant, quien junto con Willi toca casi todos los instrumentos del álbum salvo las cuerdas que han sido ejecutadas por Jonathan Yudkin, instrumentista que ha colaborado con cuanta estrella de la música country, de Kenny Rogers a Rascal Flats, por lo que de entrada podemos entender que es un disco profundamente inserto en la tradición.
Asi es, Critterland es un impecable álbum de tradición arraigada, no hay batería o percusiones, ni instrumentaciones eléctricas, todo es guitarra, banjo, harmónica, violínes y steel guitar, y salvo el último tema que es un tremendo corte en clave spoken word - blues con grabaciones de campo, no busca trastocar el género musical que se interpreta del modo mas puro posible, poniendo el énfasis trangresor en el storytelling que da cuenta de la vida homosexual en los estados unidos rurales, abuso de drogas, suicidio, política o economía, desde una perspectiva poética y descarnada, pero bajo la consigna de que la canción es sanación.